Quienes disfrutamos de cocinar y hacer nuevas preparaciones, vamos incorporando nuevas actitudes que hacen de esta práctica una forma más agradable y fácil, sin obstáculos que pongan freno a la sinfonía de mezclar ingredientes.

La cocina es un espacio adecuado que debe estar estratégicamente ordenado para conseguir lo que necesitamos de forma rápida y así agilizar el proceso, sin entorpecer los pasos de una receta. 

Lea la receta hasta el final: Para no encontrarse con algunas sorpresas durante la realización de la receta se debe leer ésta de forma completa antes de comenzar a experimentar. Si bien en el primer apartado se señalan los ingredientes, no falta uno que aparece, como la pizca de canela, o la mantequilla a temperatura ambiente, cuando tu la tienes totalmente congelada.

Tenga todos los ingredientes al alcance: Picar las dosis que se necesitan y dejarlo todo a mano, en pequeños platitos o vasitos que te permitan contar con ellos cuando sea tiempo de incorporarlos en la preparación.

Hacer grandes cantidades de comida: Hay recetas que no necesariamente requieren volver a ellas durante la semana. El pan, las sopas, cremas, salsa de tomates, galletas; todos éstos pueden ser congelado indefinidamente en el refrigerador y saber que hay otras preparaciones que soportan una semana de refrigerio.

Prepara una crema una y otra vez: Como si fuera una repetición de datos en la matrix, hacer una receta una y otra vez le permite adquirir experiencia, agilizar sus movimientos y aprender que las cantidades de harina y levadura en el pan amasado ya se harán común entre sus manos y ojos.

Acostúmbrese a que puede hacer múltiples tareas: Cuando se cocina son varias las acciones que se desarrollan al mismo tiempo. Freír, mezclar, blanquear, hornear, dejar enfriar, entre otras. Hay un momento en que sus manos se mueven más rápido que su cuerpo y la agilidad aquí es clave. Acostumbrarse a estos rápidos movimientos es una práctica necesaria en el noble arte de la cocina.

Mantener la cocina limpia mientras va avanzando en la receta: Nada peor que terminar la preparación y ver que hay más loza sucia que después de año nuevo. La agilidad con las manos de que hablábamos es también la necesidad de mantener las ollas limpias luego de usarlas mientras hierve el agua o pasar el pañito de limpieza para que las superficies no estén cubiertas de harina hasta terminar como barro. Además, una cocina limpia siempre es mejor, para usted y quienes van a poner ojo a lo que usted hace con cara de ¿qué vamos a comer hoy?.

Recuerda mantener aquellos utensilios que más requieres a mano y las especias y aceites en un lugar accesible. Hacer de la cocina un lugar agradable para crear.

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