Los besos, las caricias y los achuchones de mamá y papá no solo dan cariño, también protegen, brindan seguridad, mejoran la autoestima y reconfortan. Pero es que además son de una grandísima ayuda para conectar emocionalmente con tus hijos y alumnos. Podemos conectar con nuestros hijos a través de las frases de aliento, al respetar sus ritmos de aprendizaje e incluso al mirarles a los ojos cuando nos están contando todas las cosas que han hecho en la escuela. Pero también podemos trabajar esa conexión emocional con ellos mediante el contacto físico.

Y es que, además de darles seguridad y bienestar, a través de este contacto también les estamos trasmitiendo cariño, amor incondicional y apoyo. ¿Recuerdas esa necesidad de dar protección que sentías al tener a tu bebé recién nacido en tus brazos por primera vez? Un instinto a través del cual se va construyendo un vínculo de apego seguro: besos, abrazos y caricias para que el bebé crezca feliz y seguro, en un entorno que le acompaña y le quiere.

Juegos y actividades que te conectan con tu hijo a diario

1. La hora de los abrazos

Después de la cena o antes de poner la mesa, cuando a ti y a tus niños os guste más; la idea es fijar un momento del día en el que lo único que vamos a hacer es dar abrazos a nuestros padres, hijos y hermanos. Así sin más, sin pensar en otra cosa que no sea disfrutar de ese cálido momento. ¿A que un abrazo siempre resulta de lo más reconfortante?

Se trata de una dinámica que también se puede adaptar al salón de clases. Como maestro o maestra, puedes promover los abrazos, por ejemplo, como cierre de una actividad. No solo estarás favoreciendo el buen clima de aula, sino que también estarás mejorando las conexiones entre la familia o, en este caso, entre los alumnos y alumnas.

2. Los juegos con contacto físico

Bailes, carreras en parejas, estiramientos, cosquillas... ¿Has visto cuántos juegos divertidos para los niños? ¡Y todos tienen como base el contacto físico! Si las vas a hacer en clase puedes dejar que los niños sean quienes las elijan y, si las vas a hacer en el hogar, puedes adaptarlas a tu gusto; después de los estiramientos hay que darse un abrazo y un beso por lo bien que lo hemos hecho.

3. Los masajes relajantes ¡qué gran idea!

Los masajes son otro recurso ideal para lograr esa conexión emocional y física de la que hablamos y, como ventaja extra, los niños podrán calmar los nervios que a veces sienten ante situaciones como los exámenes o las excursiones. Podemos hacer uno en la cabeza y los hombros o en la espalda, pero también en la barriguita, los pies, los brazos... ¿Qué tal si se lo propones a tus alumnos tras el recreo para que la vuelta a la calma sea realmente efectiva?

4. ¿Damos un paseo juntos?

Esta actividad también es ideal para favorecer el contacto físico y las innumerables ventajas que tiene. Se trata sencillamente de caminar juntos cogidos de la mano o con los brazos alrededor de los hombros de nuestro hijo. Esta actividad tan cotidiana también puede ayudar a promover la comunicación y la conexión emocional: es un momento único que puede ser aprovechado para hablar de cómo nos ha ido el día, de cuáles son nuestros sentimientos o para compartir con la persona que está a nuestro lado aquello que nos inquieta.

Acércate a tu hijo teniendo en cuenta sus necesidad, Mokiki Centro de Desarrollo Integral.