En Mokiki Centro de Desarrollo Integral, creemos que educar es acompañar procesos de vida. Inspirados por la pedagogía Waldorf y la filosofía Reggio Emilia, valoramos profundamente las experiencias artísticas que nutren cuerpo, mente y espíritu. Una de ellas es el modelado con arcilla, una práctica que no solo estimula la creatividad, sino que también fortalece la voluntad y el desarrollo interior de niñas y niños.

Lejos de ser solo una actividad manual, el trabajo con arcilla es una experiencia de transformación: la del material y la del propio niño. Según Rudolf Steiner, fundador de la pedagogía Waldorf, las manos son extensiones del alma; moldear con ellas permite encarnar ideas, fortalecer la autoeficacia y vivir la concentración de manera plena.

Desde la mirada Reggio Emilia, los niños son “protagonistas de su aprendizaje”, y el entorno es un “tercer maestro” que debe ofrecer múltiples lenguajes de expresión. La arcilla, en este contexto, es uno de esos lenguajes: flexible, orgánico y abierto, que les permite narrar su mundo interior y desarrollar una sensibilidad estética desde el juego y la observación (Edwards, Gandini & Forman, 2011).

En Mokiki, entendemos que el proceso creativo es más valioso que el producto final. Como dice la maestra Waldorf Eva Haller: “Trabajar con arcilla es trabajar con el alma en las manos” (Haller, 2016). Así, acompañamos cada gesto de nuestros niños como un acto de crecimiento profundo, donde el alma toma forma entre los dedos.

Referencias:

Edwards, C., Gandini, L., & Forman, G. (2011). The Hundred Languages of Children: The Reggio Emilia Experience in Transformation. Praeger.
Haller, E. (2016). Manual de actividades artísticas en la educación Waldorf. Editorial Antroposófica.
Steiner, R. (2004). La educación del niño desde el punto de vista de la ciencia espiritual. Editorial Rudolf Steiner.