Nuestro organismo almacena la grasa de diferentes maneras de acuerdo a las características individuales de cada persona, siendo el género uno de los factores más importantes. Por lo general la acumulación de grasa se ubica en el área del abdomen, la cadera y los muslos, en el caso del sexo femenino, mientras que en los hombres se concentra en la zona del abdomen, haciéndose más marcado como consecuencia de la edad, el sedentarismo y el sobrepeso.

El objetivo de este procedimiento es disminuir la grasa localizada y al mismo tiempo tonificar las zonas que presentan flacidez por medio de diferentes métodos como: masajes reductores suaves para evitar el aumento de la flacidez, radiofrecuencia para estimular el tejido, la producción de colágeno y elastina, lo cual ayuda a reafirmar la piel, a disminuir la grasa localizada y a moldear el cuerpo.

La efectividad de este tratamiento depende de cada paciente: el volumen de grasa que tenga, el tipo de flacidez y la respuesta de la persona al procedimiento. Cada organismo responde de manera diferente.

Los procedimientos de moldeamiento corporal son ideales para personas que tienen grasa acumulada en ciertos lugares donde ni la dieta ni el ejercecio logran efecto. Sin embargo es muy importante tener en cuenta que no es un tratamiento para la obecidad, sino que es una medida de perfecccionamiento que se debe de cuidar a largo plazo para no perder su efecto.

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