La vacuna profiláctica.

Es aquella que se administra en una mujer antes de que inicié su vida sexual con el objetivo de eliminar el problema de cáncer en el cuello uterino. Y también puede ser administrada a mujeres que ya tengan una vida sexual activa.

Este tipo de vacuna consiste en la aplicación de partículas similares al virus. El sistema inmunológico al reconocer la proteína reacciona liberando anticuerpos neutralizantes con un nivel de protección más alto que la infección misma.

Actualmente hay dos vacunas profilácticas desarrolladas, una cuadrivalente, esto significa que su fórmula es para los tipos de papiloma: 6, 11, 16 y 18. Su aplicación es 0, 2 y 6 meses. Mientras que la vacuna es bivalente que va a los tipos 16 y 18 se aplica en 0, 1 y 6 meses.

En 2007 la vacuna bivalente fue aprobada para ser administrada en hombres y mujeres mayores a 9 años como medida de prevención al cáncer de cuello uterino, verrugas genitales, y lesiones precursoras. En 2010 para la prevención del cáncer anal, se aprobó la administración de la vacuna cuadrivalente en hombres.

La vacuna terapéutica.

Su objetivo es controlar la enfermedad que ya reside en el cuerpo, así como prevenir la recurrencia en mujeres con antecedentes.

Bases inmunológicas.

La respuesta inmunológica es el reconocimiento de de antígenos en la superficie celular a través de un linfocito maduro. Un antígeno es aquella sustancia que puede tener interacción con una célula y puede ser una molécula, bacteria, virus o parásito.

La inmunidad se puede clasificar en pasiva, activa, humoral o celular.

Inmunidad pasiva natural: se da, por ejemplo, en mujeres embarazadas, es el intercambio de nutrientes, medicamentos u otras sustancias entre la madre y el feto.

Inmunidad pasiva artificial: se da por la administración de anticuerpos que generan una respuesta inmune protectora temporal. Los anticuerpos mediados por la inmunoglobina G (IgG) brindan una protección de larga duración.

Las vacunas que se desarrollan a partir de la ingeniería genética inducen la síntesis a través del uso de hongos o insectos para producir proteínas inmunogénicas del HPV.

Papillomavirus humano (HPV)

Es una infección de transmisión sexual estudiada desde 1960 pues existe una relación entre el cáncer de cuello uterino y algunos tipos de HPV. Es un virus especie-específico, esto quiere decir que existen HPV humanos y otros tipos que pueden infectar a animales.

Se transmite por contacto directo, usualmente sexual. Sin embargo este contacto sexual no siempre implica una penetración ya que el HPV tiene proximidad por piel y mucosa. También hay otras formas de transmisión como de madre a hijo en el momento del parto, aunque no es una vía formalmente declarada.

Un 70% de los infectados adquiere la infección una vez iniciada la vida sexual y un 50% lo hace dentro de los 5 años de haber iniciado una vida sexual.

Tipos de HPV:

HPV 16, 18, 31 y 45: han sido identificados en un 80% de cánceres cervicales y de cuello uterino, siendo el mayor causante el tipo 16 con un 50%, tipo 18 tiene un 15% y los tipos 31 y 45 con un 5% de incidencia aproximado cada uno.

HPV 6 y 11: causantes del 90% de verrugas anogenitales o papilomas laríngeos.

La infección del virus del papiloma humano está conformado por una doble cadenas de ADN y es necesaria la infección para que se desarrolle el cáncer cervical y otros cánceres genitales. También existen co-factores para su desarrollo como la desnutrición, una vida sexual activa frecuente, el tabaquismo y el uso prolongado de anticonceptivos orales.

El HPV también es el causante del 90% de cánceres anales, el 40% de cáncer vulvar, vaginal y de pene y el 12% de cáncer en la cavidad oral y faríngea.

Atlas de Colposcopía y Praxis Vacunologíca para la mujer. Silvio Tatti y Cols. 

Dr. Eustasio Gonzalez y Moctezuma
Ginecoobstetra y Ginecoendocrinologo.