Este próximo 28 de agosto se llevará al cabo el Maratón Internacional de la Ciudad de México, una fiesta deportiva de gran importancia a nivel deportivo (por supuesto), pero también a nivel turístico, económico, cultural y social. Es un evento que configura en muchos sentidos el súper domingo del año en la CDMX. Esta será la tercera vez consecutiva que lo corro.

La preparación ha sido ardua. Los entrenamientos los empecé hace 5 meses, tanto a nivel físico, como alimenticio y mental. Además de llevar un programa de carreras de fondo, fortalecimiento muscular en el gym, administrarme vitaminas adicionales, tomar bebidas ricas en sales y comer todos los nutrientes que el cuerpo requerirá durante esos 42 kilómetros de correr sin parar.

¿Qué me motiva, en el umbral de mis 50, a correr un maratón? Me motivan muchas cosas, pero hay una que es fundamental: quiero mantener mi cuerpo y mi mente funcionando no sólo bien, sino extraordinariamente bien. Por supuesto que también está el importante factor que llamamos satisfacción por tener retos y lograr metas. Tan importante es la salud física como la salud mental.

La moda del running que ahora vemos en todo el mundo quizás me llegó tarde. Comencé a correr a los 43. Recuerdo mi primer competencia; 5 kilómetros que, al completarlos, me supieron a gloria, despúes de décadas de sedentarismo fue como despertar de una larga noche.

Estoy convencido que el cuerpo humano está diseñado para correr, al practicar constantemente este deporte las articulaciones se hacen flexibles, la respiración se torna poderosa, los músculos se vuelven resistentes y el cerebro se oxigena. En otras palabras, nunca es tarde para empezar un deporte base, y el running en particular aporta muchos beneficios para adultos en edad media que, como en mi caso, se retoma el ejercicio cuando la estabilidad económica y laborar ya permite cierta disposición de horarios para disfrute y beneficio de uno mismo. 

Alex Ortiz