Puebla, Pue., 11 de Noviembre de 2013

ABUSO E IMPUNIDAD EN EL INSTITUTO ORIENTE

El martes 29 de octubre del año en curso la Profra. Dolores Guarneros Furlong, Asesora de 1o y 2do de primaria, le pegó en la cabeza y le grito a nuestra hija, “¿Que no entiendes?, ¿Dónde tienes tu cerebro?” humillandola frente a todo el grupo, solo porque adelantó unas hojas del libro que sus compañeros no habían hecho.

Inmediatamente en la tarde de ese día nos comunicamos a la escuela para explicar lo sucedido y al día siguiente fuimos a hablar con el rector de la Institución, el SJ Saúl Cuautle Quechotl, éste nos recibió y nos escuchó, pero después de escucharnos nos dijo que en todas las historias siempre hay 2 versiones, y que el ya había hablado con la profesora y que ella le juraba que no había tocado a nuestra hija, que él la conocía personalmente y que estaba seguro que la profesora era incapaz de hacer algo asi. También nos dijo que en la escuela había cámaras en los salones, cosa que hasta el día de hoy no es cierto, haciendolo quedar como un mentiroso y que una vez que quedara aclarado esto nuestra hija se iba a tener que ir de la escuela y que nos ibamos a arrepentir de lo que estabamos haciendo ya que como los niños son muy mentirosos, el 99% de estos casos no procedia.

Decepcionados e intranquilos de la reacción del rector nos fuimos de la escuela. ¿Cómo es posible que en vez de cuidar por los intereses y la integridad de sus alumnos se preocupó má­s por encubrir y solapar las actitudes abusivas y agresivas de algunos de sus maestros?

Una semana después de eso, tomamos la desición de cambiar a nuestra hija de escuela. ¿Con que confianza y tranquilidad la podemos dejar ahi?, en una escuela en la que algunos de sus ineptos e incompetentes maestros no saben como tratar a los niños, que en vez de encausarlos y formarlos, se dedican a ofenderlos y dañarlos en su autoestima, alejandose asi de su “IDEARIO” en el que presumen la formación de una sociedad más justa y fraterna, siendo incoherentes con la visión y los valores que desean proyectar.

¿Dónde quedó la sociedad justa que quieren formar? Si dentro de la misma escuela no se procura la justicia.

Sé que ésto no va a servir de nada, pero esta injusticia no se puede quedar en el silencio.

Felipe Sánchez López y Gisela Rodríguez Eguíbar